clandestino

para allá te vas?, ojo! eh?? no te vas a enroscar en vacaciones... - me dijo Mari, que predica el no mas "ni" para todos.
y si, voy.. no pasa nada- le digo – no te preocupes, es una cena, nada mas..

pero pasa... yo se que pasa..

entrecerras los ojos para hablarme y me decís algo incomprensible pero que suena bien, interesante.
estamos en el juego que sabes jugar, y que yo se perder. Agachando la cabeza, levantando la bandera blanca, pido tregua. Mari viene a mi cabeza. No mas "ni".

vení, mirá.
y te acercas, te sentás en la silla de al lado y compartís conmigo una nota del diario que te emocionó a la tarde. Se me pone la piel de gallina. Me alegra saber que nos está pasando lo mismo, al menos en algún punto. Ahí estamos, emocionándonos por un texto que habla de pasados y futuros ajenos. Viste lo que es? - si, terrible - te digo y te miro… y andá a saber de qué te estoy hablando en realidad.

pasa una y otra vez, o cada vez. Te atás el pelo, te lo soltás y otra vez lo recoges.. un mecanismo de sutiles movimientos atrapantes. algún gesto con las manos, tu forma de ser.

Se termina la noche, o se pasa el momento. Bueno, nos vemos pronto - me decís - y yo pienso (ojala) pero digo (dale, cuidáte)

tu auto se pone en marcha, el mío tarda más. te veo adelantar el camino por el que pronto voy a pasar y ruego que quede en el aire alguna partícula tuya, que se me pegue en los ojos o en la ropa.

al llegar a la esquina, tal cuál la vida misma es, vos seguís tu camino.. y yo doblo en la primer salida alejándome de la posibilidad de sentir mas allá de tu frontera.


esta noche sueño. Vos venís, él se va. Detrás de una puerta te beso. o al menos lo imagino.. así como en la vida misma. en ese punto imposible de vaivenes comunes y encuentros clandestinos.